BERLINMe parece mentira el desconocimiento que existe en torno a la capital alemana comparándola con otras del viejo continente como París, Roma o Londres.
En esta ciudad se anteponen el modernismo y la tradición, por un lado pueden admirarse arquitecturas vanguardistas, avenidas bulliciosas y una ciudad moderna dominada por la Postdamer Plaza ( zona de recreo llena de cines, teatros, cafés y tiendas a la ultima, como el Sony Center ), pero por otro lado contrastan los edificios en los que todavía conservan proyectiles de la segunda guerra mundial como la iglesia del káiser Guillermo, o la Puerta de Brandemburgo, el Checkpoint Charlie y el famoso Muro de Berlín.
Otra visita con un valor añadido es Oranienburg, un pueblecito precioso y donde se encuentra Sachsenhausen, un campo de concentración nazi en el que todavía se percibe el horror y la desolación. Ojala sirva de ejemplo para que nunca más se vuelva a repetir tal crueldad.
Por ultimo hay que visitar Alexanderplatz, la torre de la televisión con sus 362 metros de altura, el Tiergarden, un parque de más de 200 hectáreas, el Reichstag, con su enorme cúpula de cristal, los mercadillos de antigüedades y su sinfín de calles bulliciosas, que te dejaran un sabor de boca inolvidable.
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