Una de las visitas obligatorias en Polonia son las minas de sal en la ciudad de Wieliczka, cerca de Cracovia. Son de las minas de sal más antiguas del mundo, pues ya en el siglo XIII eran explotadas, tienen una profundidad de 330 metros y una longitud de más de trescientos kilómetros. La mina se cerro hace unos años en cuanto a explotación, pues ahora se saca más dinero con las visitas turísticas, esta se empieza bajando una escalera de madera de casi ochocientos escalones, una vez abajo todas las salas tienen un nombre y el año en que se empezó la explotación. En las salas visitables hay muchísimas figuras esculpidas en sal, y hasta una capilla enorme donde llegó a dar misa Juan Pablo II, la cual se preparo para que incluso entrase en silla de ruedas, también se puede ver un lago subterráneo y figuras que representan la historia de la minería de la sal. En cuanto a lo más impactante quizás sea la capilla de la Bienaventurada Kinga, una virgen de mucha devoción en Polonia, y un restaurante grandísimo que hay en su interior. La subida se realiza en unos ascensores muy pequeños los cuales suben a una gran velocidad usando unos aparatos muy antiguos.
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