NEW YORK

NUEVA YORK

Para mi la ciudad más fascinante de las que conozco, es majestuosa, solo con ver su silueta te hace aumentar las pulsaciones, es deslumbrante tanto por le día como por la noche, en ella se vive en todo momento, no se descansa, no duerme, es un pulmón inagotable, te envuelve y tratas de disfrutarla siempre.
Es una ciudad en la cual tienes que prescindir del miedo y la incertidumbre que se muestra en muchas series y películas, en mi primer viaje a NY, un argentino, me dijo que era una ciudad para volar, y tener la precaución como en cualquier lugar, me dijo, las avenidas son seguras, y las calles siempre buscar las que estén concurridas, ósea evitar las calles solitarias.
Los mitos de algunos barrios como El Harlem o Bronx, son verdad, pero solo en ciertas zonas, no en general, al igual que Central Park el lugar de ocio más concurrido por el día y quizás de más delincuencia por la noche, de ahí que NY sea la ciudad de los contrastes.
En mi segundo viaje, me aloje en un hotel de Queens (Pan American), desde allí al centro de Manhattan hay unos veinte minutos en metro, el viaje puede resultar hasta la mitad de económico que si se coge un hotel en Broadway (Mildfor Plaza en mi primer viaje). Moverse en metro es lo ideal, por lo general no es muy rápido, aunque hay estaciones en las que puedes coger los “fast” que se saltan algunas estaciones para cubrir distancias más largas en menos tiempo. Los taxis no son demasiado caros, yo los utilizaba por la noche a ciertas horas en las que el metro ya va demasiado vacio.
Todo lo que se vive allí es sorprendente, desde su emblemático Empire, la Estatua de la Libertad, los puentes de Brooklyn y Manhattan, Broadway, Central Park, el Rockefeller Center y sus barrios como Little Italy, Chinatown, el Sogo, todo hay que patearlo, verlo y sentir la experiencia que originan alguno de ellos, hay que detenerse en el centro de Times Square en plena noche para ver los luminosos y dejar que la imaginación te transporte.
Para terminar solo hacer mención a Las Torres Gemelas, ellas me emocionaron, su destrucción me conmovió, y su zona cero me desoló. Cuando estuve en la zona cero conocí a un griego que tenia una cafetería justo al lado de ella, este señor me contó la tragedia que vivio en primera persona, y el hospital de campaña en el que se trasformo su cafetería, este es un ejemplo de vivir lo cotidiano y de descubrir las cosas por uno mismo.
Hablar de NY es no parar, son tantas las experiencias que podría llenar folios sin comentarlo todo, espero que algunas fotos de las que hay a continuación sirvan para eludir más comentarios.
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